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» Nuevo etiquetado energético de electrodomésticos

El pasado 1 de marzo de 2021 entraron en vigor diversos Reglamentos impulsados por la Comisión Europea. Estos Reglamentos implican el establecimiento de un nuevo etiquetado energético de productos modificado por la Comisión Europea para adaptar la clasificación de eficiencia energética a los nuevos métodos de ensayo sobre el consumo de estos aparatos.

Cinco familias de productos eléctricos contarán este 2021 con un nuevo etiquetado energético tanto en las tiendas físicas como la venta por Internet. En concreto, la nueva etiqueta que se aplica a frigoríficos, congeladores y vinotecas (Reglamento Delegado UE 2019/2018); lavadoras y lavasecadoras (Reglamento Delegado UE 2019/2014); lavavajillas (Reglamento Delegado UE 2019/2017), y, pantallas electrónicas (Reglamento Delegado UE 2019/2013), está disponible desde el 1 de marzo. Las bombillas y lámparas con fuentes luminosas fijas (Reglamento Delegado UE 2019/2015), se sumarán a este nuevo etiquetado a partir de 1 de septiembre de 2021.


Desaparecen las clases energéticas A+, A++ y A+++

El nuevo etiquetado de productos eléctricos ya no incluye las clases energéticas A+, A++ y A+++, volviendo a una escala de clasificación que va de la A a la G, donde la A clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y la G engloba a aquellos de mayor consumo y menor eficiencia energética. De esta forma, la etiqueta mantendrá siete clases.


Se incorpora un código QR exclusivo

Las nuevas etiquetas incorporarán un código QR exclusivo para que el consumidor pueda acceder a través de su smartphone a las características y datos específicos de cada modelo dentro de una nueva base de datos a escala europea denominada EPREL (European Product Database for Energy Labelling).


Nuevos métodos de ensayo

Esta nueva clasificación viene determinada por el desarrollo, a nivel europeo, de nuevos métodos de ensayo sobre la eficiencia energética de los aparatos eléctricos. Se trata de los mismos métodos utilizados por los laboratorios y fabricantes en sus ensayos, que incorporan importantes cambios en sus mecanismos de medición para adecuarse de forma más efectiva al uso real que se hace de estos productos en los hogares.

Esta metodología de ensayo hace que tanto el consumo como la clasificación energética de un producto eléctrico puedan variar con respecto a las antiguas etiquetas y no exista una correlación entre la nueva clasificación y la anterior, de modo que un aparato clasificado hasta ahora como A+++ puede pasar a etiquetarse como clase B, C o incluso inferior en función de la aplicación de estas nuevas normas de ensayo.

En definitiva, el producto de alta eficiencia continúa siendo el mismo, pero puede experimentar cambios en cuanto a su clasificación energética debido a este nuevo método de ensayo.


La necesidad de un cambio

La saturación de productos disponibles en el mercado de clase A+, A++ y A+++ ha sido uno de los factores determinantes del cambio en la metodología de ensayos para medir la eficiencia de los productos eléctricos. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de los fabricantes no podía diferenciarse adecuadamente dentro de la escala de eficiencia establecida, que será adaptada teniendo en cuenta la innovación tecnológica en la fabricación de aparatos eléctricos.

Al implantarse una metodología más estricta pocos productos de los comercializados actualmente podrán llegar a la nota máxima, al menos, al principio, lo que deja espacio para incluir productos más eficientes en el futuro. Es decir, la mayoría de los productos más eficientes desde el punto de vista energético que se comercializan hoy en día pasarán a tener una calificación de B, C o incluso D.


Otros cambios significativos

Los nuevos reglamentos afectan a la reparabilidad de los productos que contemplan «la obligación de que los fabricantes sigan disponiendo de piezas de recambio durante varios años después de que los productos hayan dejado de comercializarse».

Respecto al formato, se reformula la etiqueta con iconos «más claros y más modernos» y se incorporan, en el caso de las lavadoras, elementos adicionales, como el número de litros de agua por ciclo, su duración y su consumo.

Sobre el Autor

oy Licenciado en Ciencias Ambientales y especialista en legislación ambiental. Enginyers Industrials de Catalunya.

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